Enfermedad hepática en perros
Enfermedad hepática en perros
Existen muchas causas posibles de enfermedad hepática en perros. La enfermedad hepática, también conocida como hepatitis, es un término general que describe diversas afecciones del hígado. Debido a las importantes funciones que desempeña el hígado en el organismo, el desarrollo de una enfermedad hepática puede tener graves consecuencias para la salud. El hígado se encarga de la síntesis y el metabolismo de grasas, carbohidratos y proteínas, así como del almacenamiento de vitaminas, minerales, glucógeno y triglicéridos. También juega un papel fundamental en la producción de glóbulos rojos y produce factores importantes para la coagulación sanguínea normal. Dado que el hígado es una parte esencial del sistema inmunitario, la enfermedad hepática suele provocar un síndrome de inmunodeficiencia grave. Además, el hígado desempeña un papel importante en la digestión de nutrientes y la desintoxicación de sustancias químicas y medicamentos ingeridos. Cuando el hígado no funciona correctamente, se acumulan toxinas, la digestión se ve afectada y puede haber una deficiencia de nutrientes esenciales, como glucosa, vitaminas y minerales.
Datos clave sobre la enfermedad hepática en perros
- La enfermedad hepática en perros es una afección común que tiene muchas causas potenciales.
- El diagnóstico de enfermedades hepáticas en perros generalmente incluye análisis de sangre, pruebas de imagen y, en algunos casos, una biopsia hepática.
- El tratamiento y el pronóstico de la enfermedad hepática dependerán de la causa subyacente; sin embargo, debido a la notable capacidad regenerativa del hígado, la mayoría de los perros pueden ser tratados con éxito.
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Causas de enfermedad hepática en perros
Las posibles causas de enfermedad hepática son numerosas e incluyen infecciones virales como la hepatitis infecciosa canina o el virus de la peritonitis infecciosa felina, infecciones bacterianas como la leptospirosis, ciertos parásitos , toxinas como pesticidas o vacunas, procesos cancerosos y fármacos como el fenobarbital, los antiinflamatorios no esteroideos ( AINE ) y los esteroides . La obstrucción de los conductos biliares desde la vesícula biliar también puede provocar enfermedad hepática. En muchos casos, las respuestas anormales del sistema inmunitario pueden afectar al hígado y causar enfermedad hepática. Otras enfermedades, como la diabetes , el síndrome de Cushing , el hipertiroidismo y la pancreatitis, pueden causar alteraciones hepáticas secundarias. El estrés y la obesidad pueden predisponer a algunos gatos a la lipidosis hepática.
Perros con mayor riesgo de padecer enfermedad hepática
Todas las mascotas son susceptibles a padecer enfermedades hepáticas. Sin embargo, ciertas razas presentan un mayor riesgo. Entre estas razas se incluyen el Yorkshire Terrier, el Cairn Terrier, el Scottish Terrier, el Schnauzer, el Maltés, el Golden Retriever, el Labrador Retriever, el Caniche y el Pastor Alemán. En los gatos no parece existir una predisposición racial, aunque los gatos obesos son más propensos a la esteatosis hepática, también conocida como lipidosis hepática. Las mascotas jóvenes tienen predisposición a un problema circulatorio genético específico del hígado denominado derivación portosistémica. En casos graves, esto puede provocar síntomas neurológicos.
Las tabletas de Denamarin deben administrarse con el estómago vacío al menos una hora antes de las comidas para una absorción óptima, generalmente una hora antes de la toma de la mañana.