Síntomas de artritis en gatos y perros
Síntomas de artritis canina y felina
- Dolor
- cojeando
- Pérdida de interés por jugar o caminar
- Dificultad para levantarse
- Dificultad con las escaleras
- Chasquea cuando se le acaricia
Algunos síntomas de artritis en perros y gatos incluyen rigidez o cojera en las articulaciones. También pueden presentar inflamación, dolor y crujidos en las articulaciones. Algunas mascotas ocultan el dolor de la artritis, pero se nota que no quieren jugar porque les cuesta correr y retozar. No pueden subir o bajar de la cama ni entrar al coche sin ayuda. Algunas mascotas se muerden o lamen las articulaciones del dolor. Otras nos muerden cuando les duelen las articulaciones. Esta es una de las razones por las que una Golden Retriever de diez años, que siempre ha adorado a los niños, ahora les gruñe a sus nietos.
En gatos con artritis, diagnosticarla puede ser difícil debido a su agilidad natural. Esta agilidad les permite compensar la artritis, por lo que a veces no notamos que cojean. En cambio, los gatos con artritis presentan signos de dolor crónico: están irritables y descuidados con su higiene personal. Pueden sufrir estreñimiento porque les cuesta agacharse para defecar. Dan varios saltos pequeños en lugar de un solo salto para alcanzar la encimera. Si observa estos signos, considere la posibilidad de que su veterinario examine a su gato para descartar una enfermedad articular. Las radiografías pueden revelar la artritis. De hecho, se ha detectado artritis felina en el 90% de los gatos mayores de 12 años.
¿Cómo se diagnostica la artritis en las mascotas?
En las primeras etapas de la artritis, solo se ven afectados los tejidos blandos, como el cartílago y las membranas sinoviales. La afectación de los tejidos blandos es casi imposible de detectar en una radiografía, pero la articulación estará inflamada y dolorosa. A medida que se hacen evidentes los cambios óseos, las radiografías mostrarán claramente las alteraciones artríticas. Los huesos se aplanarán en lugar de redondearse, y pueden aparecer pequeñas espículas óseas alrededor de la articulación.
El diagnóstico de artritis séptica (infecciosa) o artritis bacteriana en perros y gatos se realiza mediante análisis de sangre y del líquido sinovial. En caso de infección, el líquido sinovial contiene glóbulos blancos que combaten la infección y bacterias. La artritis reumatoide en gatos y perros se diagnostica con análisis de sangre que muestran que el organismo está atacando sus propias articulaciones. Mediante análisis de sangre, la prueba de Coombs, la prueba de anticuerpos antinucleares (ANA) y la prueba del factor reumatoide ayudan a confirmar la artritis reumatoide. Con el tiempo, las radiografías también confirmarán la presencia de artritis. Cuando las mascotas con artritis tienen sobrepeso, pierden peso y su dolor articular disminuye significativamente.