Síntomas de sarna (Demodex) en perros y gatos
La sarna (demodex) en perros y gatos causa problemas en la piel. La piel de su mascota pica, de forma leve en casos de infección localizada y grave en casos de infección generalizada. Algunas mascotas se rascan hasta desarrollar infecciones bacterianas además de la infección por Demodex. Se produce caída del pelo y aparecen calvas. Son frecuentes las calvas, especialmente alrededor de los ojos, la boca, los codos y las patas delanteras. La piel puede volverse áspera y seca, y se denomina liquenoide. A continuación, se resumen los síntomas de la sarna en perros:
Tres formas de sarna en perros y gatos
Existen tres formas de sarna (demodex), y los signos y síntomas dependen de la forma que desarrolle su mascota:
- Localizado
- Generalizado
- Limitada a los pies (pododermatitis)
Sarna localizada
La sarna localizada (demodécica) se presenta en una sola zona, como la oreja o la cara. Pueden verse afectadas solo algunas áreas. Generalmente, los síntomas son leves y desaparecen por sí solos. Alrededor del 10 % de las mascotas con sarna localizada desarrollan sarna generalizada.
sarna generalizada
La sarna generalizada (demodécica) se presenta en diversas zonas, como las orejas, los codos y el abdomen, y puede extenderse hasta cubrir la mayor parte del cuerpo de su mascota, incluyendo las patas. Afecta tanto a mascotas jóvenes como adultas. Si su mascota adulta la padece, podría indicar que sufre una enfermedad o problema de salud importante que la predispone a desarrollar una infección generalizada de sarna. Por ejemplo, las mascotas con cáncer, hipotiroidismo, alergias o dirofilariasis pueden desarrollar sarna.
Pododermatitis (sarna de las patas)
La sarna (demodex) en las patas de su mascota puede ser una infección localizada o parte de una infección generalizada. La pododermatitis es común en perros con genética Bulldog.
Diagnóstico de la sarna en mascotas
El diagnóstico positivo de sarna o demodécica se basa en la presencia de ácaros en un raspado de piel. Su veterinario podría realizar un diagnóstico presuntivo de demodécica incluso si no se encuentran ácaros en el raspado, si su mascota presenta todos los síntomas.
Pruebas de raspado de piel
Los ácaros Demodex viven en los folículos pilosos, por lo que la infección se diagnostica mediante un raspado de piel realizado por el veterinario, quien examinará la muestra con un microscopio para detectar la presencia de los ácaros. Para aumentar la probabilidad de encontrar ácaros, el veterinario pellizcará o apretará suavemente la piel de la mascota antes de tomar la muestra.
Se utiliza una herramienta roma, como el dorso de una hoja de bisturí, para raspar la piel de su mascota. Dado que los ácaros se esconden en los folículos pilosos, que se nutren de los capilares, se produce un ligero sangrado si el raspado es lo suficientemente profundo. Encontrar algún ácaro en un raspado cutáneo es normal, pero encontrar muchos indica una infección, especialmente si se trata de ácaros inmaduros, que tienen seis patas. Un raspado que no rompa algunos capilares ni sangre una pequeña cantidad probablemente no dé resultados.
Incluso con excelentes técnicas de raspado, los ácaros pueden pasar desapercibidos, por lo que algunos veterinarios deciden tratar a las mascotas aunque no se hayan encontrado ácaros en el raspado.
Otras pruebas utilizadas para diagnosticar la sarna
Las mascotas a las que se les diagnostica ácaros demodex mediante raspado de piel suelen beneficiarse de otras pruebas:
- Exámenes fecales para detectar parásitos intestinales
- Análisis de sangre para detectar la infección por gusano del corazón
- Rayos X para tumores
- Análisis de sangre para evaluar la función renal y hepática
Estas pruebas son útiles porque muchas mascotas que desarrollan infecciones por Demodex también padecen otras infecciones o enfermedades graves. Las pruebas mencionadas anteriormente ayudan a detectar estos problemas, que pueden abarcar desde cáncer y mal funcionamiento de la glándula tiroides hasta infecciones por gusanos del corazón y parásitos intestinales. En mascotas con un recuento elevado de glóbulos blancos, los veterinarios buscan infecciones fúngicas concomitantes, como blastomicosis o criptococosis.