Síntomas de ansiedad por separación en perros y gatos
Síntomas de ansiedad por separación en perros y gatos
La ansiedad por separación en los perros suele provocar que orinen o defequen dentro de casa. Los perros que la padecen destrozan paredes y muebles y se lastiman al intentar escapar de sus jaulas. Otros perros son menos destructivos físicamente, pero sufren la misma ansiedad. Estos perros caminan de un lado a otro, ladran, babean, tiemblan y jadean. Algunos desarrollan comportamientos compulsivos, como morderse la cola o las patas.
La ansiedad por separación en los gatos suele provocar que orinen o defequen fuera de la caja de arena, generalmente en tu cama. Algunos gatos son destructivos y tiran objetos de las encimeras o rompen muebles y juguetes. Pueden incluso arrancarse el pelo. Otros gatos, aunque igual de ansiosos, son menos activos físicamente. Caminan de un lado a otro, maúllan, aúllan y se niegan a comer.
Los síntomas de ansiedad por separación de tu mascota suelen ser peores durante los primeros 15 minutos que está sola, pero pueden persistir durante todo el tiempo que estés fuera.
- Orinar y defecar en casa
- Destruir muebles, paredes, cajas
- Caminar, aullar, ladrar, chillar, babear, temblar, jadear
- Masticar compulsivamente colas o patas
- Orinar en la cama del dueño o fuera de la caja de arena
- Miau, aullido
- Empujar las cosas de los mostradores
- Destrozar muebles y juguetes de peluche
- Arrancarse el pelo (arreglo o barbería psicogénica)
Ansiedad por separación en gatos machos y hembras
Los gatos machos tienden a ser destructivos. Las gatas tienden a acicalarse en exceso, llegando a tener calvas (un fenómeno conocido como "barbering"). Independientemente de si tu gato es macho o hembra, esté esterilizado o no, cuanto mayor sea, mayor será la probabilidad de que sufra ansiedad por separación.
¿Cómo se diagnostica la ansiedad por separación en las mascotas?
La ansiedad por separación en mascotas se diagnostica cuando los dueños encuentran sus casas destrozadas tras una ausencia prolongada. También se diagnostica cuando los vecinos se quejan de que la mascota gime, llora, maúlla y deambula cuando el dueño está fuera. Los vídeos grabados en casa ayudan a diagnosticar la ansiedad por separación al mostrar a las mascotas llorando, escondiéndose y con aspecto triste durante la ausencia del dueño.
Puedes intentar sorprender a tu gato o perro haciendo algo destructivo cuando te vas, fingiendo irte y esperando a ver o escuchar qué sucede. Generalmente comienza con llantos o gemidos, y luego pasa a arañar la puerta. Esto suele entristecerte mucho y causarte angustia. No te preocupes, estos sentimientos son normales. Es difícil de manejar. Si vuelves a entrar, de alguna manera, tu mascota gana porque estás de vuelta por un momento. Si vuelves y le gritas, no lo entenderá. La mejor manera de lidiar con esto es desensibilizar a tu mascota.