¿Cómo cuidar a un gato anciano?
¿Cuándo se considera que un gato es anciano?
Señales de posibles problemas para gatos mayores
Para ayudar a tu gato mayor a mantenerse sano, deberás involucrarte aún más en su cuidado. Dedica tiempo a acariciarlo y cepillarlo regularmente para poder identificar cualquier bulto, protuberancia o zona dolorosa. Además, el cepillado suele ser una actividad placentera para la mayoría de los gatos mayores, que a menudo tienen dificultades para acicalarse las zonas de difícil acceso. Lo más importante es que los gatos mayores se sometan a revisiones veterinarias periódicas, al menos cada 6 meses, para que los problemas se detecten y traten a tiempo. Entre visitas, presta atención a estas señales de posibles problemas.
- Cambios en la alimentación y/o la ingesta de líquidos (aumento o disminución)
- aumento o pérdida de peso
- cambios de comportamiento
- Vómitos persistentes, estreñimiento o diarrea
- Cambio marcado en la movilidad
- aspecto descuidado
- Cambio en el comportamiento de la caja de arena
Si observa alguno de estos síntomas, no los atribuya simplemente a la "vejez". Cuanto antes se identifique y trate un problema de salud, mejor será el resultado para su gato.
Problemas de comportamiento en gatos mayores
A medida que su gato envejece, algunos cambios en su comportamiento incluyen mayor vocalización, confusión, agresividad, inquietud, menor actividad, depresión o ansiedad. Dado que los gatos mayores pueden experimentar cambios físicos como pérdida de audición o visión, dolor articular u otras enfermedades, puede ser difícil determinar si un cambio de comportamiento se debe a un deterioro cognitivo o es un síntoma de una afección física subyacente. Un gato que empieza a orinar o defecar fuera del arenero puede hacerlo debido a un problema del tracto urinario, por ejemplo, o puede estar experimentando problemas de movilidad causados por dolor en las articulaciones artríticas. Si nota un cambio de comportamiento en su gato mayor, lo mejor es llevarlo al veterinario para determinar la causa y descartar cualquier enfermedad subyacente. Si su gato está sano, existen varios suplementos de venta libre que pueden ayudar a calmarlo y tranquilizarlo.

Al igual que las personas, los gatos de edad avanzada son más propensos a padecer diversas enfermedades. Algunas enfermedades comunes que son más frecuentes en gatos mayores incluyen:
- Hipertiroidismo
- Cáncer
- Diabetes
- Enfermedad inflamatoria intestinal (SII)
- enfermedad articular degenerativa
- Enfermedad dental
- Enfermedad renal, hepática o cardíaca

Necesidades nutricionales para gatos mayores
A medida que tu gato envejece, también deberás estar atento a las fluctuaciones de peso, ya sean aumentos o pérdidas inesperadas. Si bien el aumento de peso suele deberse a la sobrealimentación de un gato menos activo, la pérdida de peso puede ser un signo de un problema más grave como hipertiroidismo, cáncer, diabetes, enfermedad renal o problemas dentales. Independientemente de la etapa de la vida, todos los gatos son carnívoros estrictos. Esto significa que deben consumir una dieta a base de carne adecuada para su especie, y los gatos mayores, en particular, deben recibir un alimento con proteínas de alta calidad. Una nutrición superior y ciertos suplementos pueden ayudar a retrasar la progresión de algunos signos de envejecimiento en tu gato. Si tu gato ya padece alguna enfermedad como diabetes o síndrome del intestino irritable (SII), tu veterinario podrá ofrecerte recomendaciones dietéticas para ayudar a controlar su enfermedad.
Una hidratación adecuada es especialmente importante a medida que tu gato envejece. Muchos dueños de mascotas notan que su gato disfruta del agua corriente, como la del grifo, y es posible que tu gato beba más de una fuente para mascotas. Si tu gato mayor tiene movilidad reducida, coloca bebederos (y areneros) en varios lugares de la casa para que tenga fácil acceso.

Aunque tu gato mayor sea menos juguetón, los gatos ancianos tienen un encanto especial. Los gatos en su vejez suelen disfrutar acurrucándose en un regazo cálido durante horas. Un gato tranquilo y maduro ofrece todo el cariño y la compañía de un gato joven sin la necesidad de jugar constantemente.