Cómo tratar las infecciones del tracto urinario en perros o gatos
Los antibióticos son el tratamiento principal para las infecciones del tracto urinario en mascotas. El tratamiento para las mascotas que contraen la infección por primera vez suele durar entre 10 y 14 días. En mascotas con infecciones recurrentes o prolongadas, el tratamiento con antibióticos puede extenderse de tres a cuatro semanas o incluso más. En estos casos, es fundamental identificar la bacteria específica que causa la infección, así como el antibiótico adecuado para eliminarla. Esto es crucial para que los veterinarios determinen el tratamiento apropiado. Otras terapias complementarias, como el uso de suplementos de arándano rojo (por ejemplo, Cranberry Relief) y extractos de hierbas, pueden ayudar a aliviar los síntomas; sin embargo, estas terapias no reemplazan los tratamientos antibióticos adecuados.
Curiosamente, en la mayoría de los casos de gatos con signos de inflamación del tracto urinario, las bacterias no están implicadas, por lo que no se recomienda el uso de antibióticos. Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, como la amitriptilina, el buprenorfina e incluso la prednisona, pueden ser útiles para tratar la inflamación del tracto urinario en gatos. Los fármacos que calman la vejiga, como el cosequin, también pueden ser beneficiosos.
Productos para ayudar a mantener la salud del tracto urinario en perros y gatos

Medicamentos para un perro o gato con infección del tracto urinario

Pronóstico y seguimiento de mascotas con infecciones del tracto urinario
Los síntomas de la infección urinaria de su mascota generalmente disminuyen drásticamente entre dos y cuatro días después de comenzar el tratamiento. El pronóstico de curación para las infecciones urinarias simples es excelente tras un tratamiento de dos semanas. Se debe realizar un análisis de orina de seguimiento entre cinco y siete días después de finalizar el tratamiento antibiótico para evaluar si la infección persiste, no se resuelve o es recurrente. Si las infecciones de su mascota no se controlan adecuadamente, pueden presentarse complicaciones a largo plazo, como infecciones renales profundas y dolor. En casos de recurrencia o con síntomas prolongados, es importante realizar un examen médico completo para evaluar las causas subyacentes que deben tratarse. Si el examen físico y las pruebas diagnósticas no logran determinar las causas subyacentes, se pueden considerar opciones terapéuticas a largo plazo, como la administración diaria de dosis bajas de antibióticos antes de acostarse. En otros casos, un tratamiento antibiótico completo de cinco a siete días al mes (conocido como terapia de pulso) es otra opción común de tratamiento a largo plazo.
En mascotas con antecedentes de infecciones urinarias crónicas o recurrentes, es probable que se repitan periódicamente análisis de orina, urocultivos y radiografías. Si bien en estos casos la curación puede no ser posible, con reevaluaciones frecuentes suele lograrse un control sintomático paliativo.