Opciones de tratamiento para la alergia (atopia) en gatos
La atopia (dermatitis alérgica) es un síndrome clínico que se observa en los gatos. Consiste en una reacción de hipersensibilidad del gato a los alérgenos inhalados o absorbidos a través de la piel. Se cree que las alergias felinas (atopia) son una reacción genéticamente anormal a sustancias normales del entorno. Entre los alérgenos comunes se incluyen el polen, los árboles, las gramíneas, la caspa, el moho, los ácaros del polvo, la caspa de animales y cualquier otro químico presente en el ambiente. Los síntomas de la atopia en gatos incluyen:
- Picor intenso y crónico
- Rascar, lamer, morder y masticar
- Lesiones
- Úlceras
- pérdida de cabello
- Infecciones de oído
- Enfermedad respiratoria
Aunque las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del gato, son más frecuentes en la cara, las orejas, las patas y el abdomen. Puede producirse pérdida de pelo, así como la aparición de placas elevadas (lesiones), granulomas (inflamación) y úlceras. Algunos gatos desarrollan otitis crónica y muchos también padecen enfermedades respiratorias con tos. Si bien la atopia suele presentarse inicialmente de forma estacional, a medida que los gatos envejecen, los síntomas tienden a aparecer durante todo el año. No existe una prueba diagnóstica precisa para la atopia felina, aunque algunos dermatólogos han realizado pruebas cutáneas para confirmar el diagnóstico. El diagnóstico se basa generalmente en el tipo de signos clínicos, el historial médico y la respuesta a los esteroides.

ciclosporina
Un medicamento que suprime la inflamación y reduce la respuesta inmunitaria de su gato, la ciclosporina (genérica modificada de Atopica), se ha utilizado en gatos con alergias (atopia). Atopica para gatos también contiene ciclosporina. Si bien la ciclosporina tiene menos efectos secundarios que los esteroides, su uso prolongado conlleva riesgos, como el desarrollo de hiperplasia gingival, tumores y un sistema inmunitario debilitado que puede ser propenso a infecciones virales o bacterianas secundarias. Aunque algunos veterinarios utilizan la ciclosporina como alternativa a los esteroides, aún existen preocupaciones sobre otros posibles efectos a largo plazo en el sistema inmunitario de su gato.
esteroides
Los esteroides han sido durante mucho tiempo la base del tratamiento para gatos con atopia y otros trastornos cutáneos. El Depomedrol de acción prolongada es especialmente popular, ya que una sola inyección suele proporcionar rápidamente varias semanas de alivio de los síntomas. Estos esteroides reducen tanto la inflamación como la respuesta inmunitaria. Sin embargo, su uso prolongado aumenta el riesgo de infecciones secundarias y diabetes. Los esteroides solo deben utilizarse durante unos pocos meses; después de ese período, es mejor introducir gradualmente antihistamínicos orales y ácidos grasos Omega 3 como alternativas.
Hiposensibilización
Mediante la hiposensibilización, se intenta minimizar la exposición de su gato a los alérgenos. Estos alérgenos se identifican primero mediante pruebas cutáneas intradérmicas, tras lo cual se desarrollan vacunas para reducir la respuesta inmunitaria del gato a dichos alérgenos. Sin embargo, los resultados de las pruebas cutáneas intradérmicas en gatos son controvertidos, por lo que la hiposensibilización no siempre se recomienda para gatos atópicos.
Un medicamento que suprime la inflamación y reduce la respuesta inmunitaria de su gato, la ciclosporina (genérica modificada de Atopica), se ha utilizado en gatos con alergias (atopia). Atopica para gatos también contiene ciclosporina. Si bien la ciclosporina tiene menos efectos secundarios que los esteroides, su uso prolongado conlleva riesgos, como el desarrollo de hiperplasia gingival, tumores y un sistema inmunitario debilitado que puede ser propenso a infecciones virales o bacterianas secundarias. Aunque algunos veterinarios utilizan la ciclosporina como alternativa a los esteroides, aún existen preocupaciones sobre otros posibles efectos a largo plazo en el sistema inmunitario de su gato.
esteroides
Los esteroides han sido durante mucho tiempo la base del tratamiento para gatos con atopia y otros trastornos cutáneos. El Depomedrol de acción prolongada es especialmente popular, ya que una sola inyección suele proporcionar rápidamente varias semanas de alivio de los síntomas. Estos esteroides reducen tanto la inflamación como la respuesta inmunitaria. Sin embargo, su uso prolongado aumenta el riesgo de infecciones secundarias y diabetes. Los esteroides solo deben utilizarse durante unos pocos meses; después de ese período, es mejor introducir gradualmente antihistamínicos orales y ácidos grasos Omega 3 como alternativas.
Hiposensibilización
Mediante la hiposensibilización, se intenta minimizar la exposición de su gato a los alérgenos. Estos alérgenos se identifican primero mediante pruebas cutáneas intradérmicas, tras lo cual se desarrollan vacunas para reducir la respuesta inmunitaria del gato a dichos alérgenos. Sin embargo, los resultados de las pruebas cutáneas intradérmicas en gatos son controvertidos, por lo que la hiposensibilización no siempre se recomienda para gatos atópicos.
Si bien la atopia felina no tiene cura, se puede controlar con medicamentos, dieta y cambios en el estilo de vida. Aunque los esteroides se recetan con frecuencia, las alergias en muchos gatos también se pueden controlar con antihistamínicos y aceites de pescado y omega 3 .
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