¿Los perros pueden comer almendras?
Los frutos secos son un excelente y saludable tentempié para los humanos. Gracias a su alto contenido en proteínas, son ideales como snack rápido y nutritivo. Sin embargo, no es así para los perros. Al igual que con cualquier alimento para humanos, es mejor tener precaución al compartirlo con las mascotas. Que un alimento sea seguro para ti no significa que lo sea para tu mascota. Antes de compartir cualquier alimento con tu perro, es recomendable informarte o consultar con tu veterinario para asegurarte de que es seguro dárselo.
Los frutos secos pueden ser complicados. Algunos son muy tóxicos para los perros, mientras que otros son perfectamente seguros para compartir con tu mascota. Por ejemplo, los cacahuetes y la mantequilla de cacahuete (sin xilitol) son seguros para tu perro. Algunos incluso afirman que la mantequilla de cacahuete es un premio ideal para entrenar a tu perro. En cambio, frutos secos como las nueces y las pecanas son tóxicos para los perros y pueden ser perjudiciales si los ingieren.
¿Es seguro dar almendras a los perros?
La respuesta es: sí y no. Las almendras no son tóxicas para los perros, pero no son un snack que deba compartirse a puñados ni a diario. Compartir una o dos almendras con tu perro probablemente no le cause ningún problema. Sin embargo, los perros no digieren las almendras como las personas, y su ingestión puede provocarles malestar estomacal.
Dado su pequeño tamaño, las almendras pueden provocar fácilmente asfixia, obstruyendo el esófago, los intestinos o incluso la tráquea, especialmente en perros de razas pequeñas. Además, su alto contenido en grasas puede causar pancreatitis si se consumen en exceso. Las almendras con saborizantes representan un riesgo aún mayor, ya que las especias o saborizantes adicionales pueden irritar aún más el estómago del perro. En concreto, las almendras saladas pueden provocar retención de líquidos o intoxicación por sal.
Comer almendras puede provocarle a tu mascota vómitos, diarrea, gases, pérdida de apetito, letargo y malestar general. Si observas alguno de estos síntomas, consulta con tu veterinario. En resumen, las almendras no deben formar parte habitual de su dieta, pero darle un par de vez en cuando no le hará daño.